Depresión y trastornos del estado de ánimo

Tener diferentes estados de ánimo es algo completamente normal. El ser humano está preparado para dar respuestas adaptativas al entorno; y es que en ocasiones, se dan circunstancias, donde lo difícil es no estar triste. Por ejemplo si alguien de tu familia tiene una enfermedad grave, es normal que estés preocupado y triste. Si las cosas no te van bien en el trabajo, sería extraño que estuvieses alegre.

Esos días de tristeza, parece que estamos con el freno echado, cansados y sin ganas de hacer nada. Normalmente, terminamos reflexionando, pensando en cómo nos van las cosas. De ahí, pueden surgir cambios importantes en nuestra vida, distintas formas de ver las cosas. De todas formas, si nos agobia mucho estar tan apagados, salir a pasear o charlar con un amigo puede hacernos sentir mejor.

El problema de la depresión es más complicado. Pasear no apetece, charlar con los amigos no anima, se siente una soledad inmensa, y la imposibilidad de salir de esa situación por uno mismo.

La depresión puede presentarse de formas tan variadas como individuos la padecen. Algunos acuden al médico por dolores de cabeza, vómitos, náuseas o problemas para dormir. Otros acuden por problemas de concentración, notan que les cuesta atender y memorizar, sin comprender el motivo.

Síntomas de la depresión

Cansancio o falta de energía.
Pérdida del interés por casi cualquier actividad.
El sueño está aumentado o disminuido.
Sentimientos de inutilidad.
Pesimismo por el presente.
Desilusión por el futuro.
Sensación de vacío.
El apetito aumenta o disminuye.
Se evita relacionarse con los demás.
Pérdida de interés por el sexo.
Deseo de evadirse a través del suicidio.

¿Qué hacer?

Conviene que te pongas en manos de profesionales de la salud, psiquiatras o psicólogos.
El tratamiento farmacológico puede ser adecuado, tu médico te lo dirá.
En cualquier caso, la psicoterapia siempre es necesaria en estos casos.

La terapia cognitivo conductual es el tratamiento psicológico más eficaz en depresión según numerosos estudios controlados.

Se trata de una terapia breve que actúa desmontando los mecanismos que mantienen la depresión y dotando a la persona de herramientas para hacerle frente y cuya eficacia se halla más que documentada.

Este tratamiento depresión, muestra su superioridad también en la tasa de recaídas, manteniéndose la mejoría a largo plazo, siendo la tasa de efectividad superior al tratamiento con medicación o con otras terapias.

En depresión leve y moderada la terapia cognitivo conductual es la opción más recomendada; en depresión grave la combinación de medicación y terapia cognitivo conductual, es lo que arroja mejores resultados y menor índice de recaídas, siendo superior al tratamiento exclusivamente farmacológico.