Sexualidad

Ayuda para problemas sexuales

TERAPIA SEXUAL

El proceso que llevamos en nuestro centro está encaminado a ayudar a las parejas a disfrutar más de las relaciones sexuales que están en conflicto, debido a diversos factores. Los problemas más frecuentes son la falta de deseo sexual, anorgásmia, eyaculación precoz, disfunción eréctil, etc.

Si estos problemas no son tratados a tiempo por un especialista pueden ocasionar la ruptura de la pareja y tener como consecuencia depresiones para ambos.

Los problemas sexuales son frecuentes y se deben, en su gran mayoría, a causas de tipo psicológico: la ansiedad y el estrés, los miedos a no responder adecuadamente, la falta de información y el desconocimiento, pueden llevarnos a diversos problemas que, si no se tratan, suelen empeorar y llevar a la incomunicación y a la crisis de la misma pareja.

EN LOS HOMBRES

Cada vez más, las exigencias de una sexualidad activa, donde el hombre tiene que “dar la talla”, hace que muchos hombres se angustien cuando no responden como piensan que deberían.

Muchos problemas como la eyaculación precoz, dificultades en conseguir y/o mantener la erección o, incluso, la disminución del deseo sexual o libido, nacen de un solo episodio donde ha ocurrido algún tipo de “fallo sexual” y la ansiedad, junto con el miedo a que vuelva a repetirse, provocan un problema sexual más grave. Tratarlo a tiempo ayudará a una pronta recuperación.

EN LAS MUJERES

La existencia de un modelo de relación sexual centrado en la penetración y el orgasmo hace que muchas mujeres pretendan disfrutar de esta manera y se fuercen, aún sin desearlo, en muchas ocasiones, a adaptarse a una erótica masculina. Por esta causa, las dificultades en la penetración, las molestias y el dolor en el coito, el vaginismo y los problemas para alcanzar el orgasmo (anorgasmia), junto con la falta de deseo sexual, se producen a menudo.

Es muy importante comprender que disfrutar en pareja implica tener en cuenta las necesidades sexuales de ambas personas y que, en ocasiones, hombres y mujeres tiene deseos o preferencias distintas, aunque se trate de disfrutar juntos.

Problemas sexuales:

En la actualidad, la relación sexual ya no se asocia necesariamente con la procreación, ni con el coito, sino que es un acto de gratificación, comunicación y fuente de placer. La sexualidad es muy amplia e influye no sólo en el bienestar y la felicidad del individuo, siendo también es un indicador de salud y un factor determinante en el éxito de la pareja.

Uno de los principales motivos de malestar o insatisfacción sexual se debe a los problemas sexuales (disfunciones sexuales) y, sin embargo sólo una de cada tres personas busca ayuda profesional al respecto. Se trata de un problema lo suficientemente frecuente e importante como para perder el miedo a hablar de él.

La primera cuestión a considerar es “qué es un problema sexual”, cuestión nada fácil de resolver dado que no hay un criterio único. En general, el criterio que parece más adecuado para la consideración de problema sexual versus no problema sexual es la dimensión satisfacción-no satisfacción. Esto quiere decir que una persona tiene problemas sexuales cuando sus relaciones, sus necesidades, sus deseos, en resumen su vida sexual no es gratificante, no está satisfecha con ella. Por tanto, el malestar y la insatisfacción serán la señal de alarma que nos debería mover a pedir ayuda profesional.

Esto se hace extensivo a la pareja porque el bienestar individual se hace más placentero si se comparte, de manera que nuestra propia satisfacción sexual se vería afectada negativamente por la ausencia de una gratificación similar en la persona con la que compartimos tantas otras cosas.

El origen de las disfunciones sexuales se debe a múltiples factores, frecuentemente psicológicos– En ausencia de problemas médicos el abordaje de los
problemas sexuales debe realizarse mediante 
terapia sexual. Los factores psicológicos que están en el origen de los problemas sexuales son variados y muchas veces combinados entre sí, tales como un exceso de autoexigencia y perfeccionismo en el sexo, elevada ansiedad, expectativas erróneas, inadecuada información y educación sexual, problemas de pareja, falta de confianza y comunicación, mitos acerca de la sexualidad, respuestas condicionadas por experiencias del pasado, depresión…

La respuesta sexual se divide en cuatro fases: Deseo, excitación, orgasmo y resolución, en las disfunciones sexuales, una o más de estas fases sufren alteraciones.

Las disfunciones sexuales son los problemas sexuales que con más frecuencia acuden a la clínica en busca de tratamiento.

TRASTORNOS DEL DESEO/EXCITACIÓN SEXUAL

 Deseo sexual hipoactivo en el varón Es decir, bajo deseo sexual.

 Trastorno del interés/excitación sexual femenino La antiguamente llamada frigidez y que consiste en la falta de respuesta adecuada ante un estímulo sexual. Engloba también la ausencia o reducción del interés sexual.

 Trastorno de la erección en el hombre: La mal llamada impotencia, que actualmente describimos como disfunción eréctil.

TRASTORNO DEL ORGASMO

 Trastorno orgásmico femenino: Imposibilidad o retraso persistente del orgasmo.

 Eyaculación retardada Se trata de un exceso de control involuntario sobre el reflejo eyaculatorio.

 Eyaculación precoz: Prácticamente lo contrario que el anterior, es decir, falta de control voluntario sobre el reflejo eyaculatorio.

TRASTORNOS SEXUALES POR PENETRACIÓN/ DOLOR  

Dolor o ansiedad  en la mujer durante la actividad o la relación sexual (coito) y tensión o contracción de los músculos vaginales que imposibilitan o dificultan la penetración.

PIDA SU CITA

Llámenos al teléfono 639 377 110 o visítenos en nuestro centro en Calle Fábrica Nueva, 43 A. 18680, Salobreña (Granada)